“Para los periodistas independientes es difícil acceder a Internet en Cuba”
Néstor Rodríguez Lobaina ha vivido las cárceles cubanas por dentro. Como acto de protesta por las condiciones de internamiento que en ellas reinan inició en 2010 una huelga de hambre. Su estado de salud llegó a ser crítico. Un año más tarde, en 2011, fue puesto en libertad.
Hoy, este disidente, cofundador del Movimiento Cubano de Jóvenes por la Democracia, reside en Málaga, España, y es uno de los invitados a conversar sobre la censura en Internet durante las jornadas del Global Media Forum, el evento mediático que Deutsche Welle organiza anualmente en la ciudad de Bonn y que en esta ocasión tiene lugar entre el 20 y el 22 de junio.
“Cero tolerancia con los nuevos censores: Internet, blogging y el derecho a la libertad de expresión” lleva por título la conferencia en la que, entre a otros, podrá escucharse a Rodríguez Lobaina. Para los que no vayan a estar presentes, adelantamos una entrevista con él.
DW Akademie: En Cuba existe un pequeño círculo de bloggers de fama internacional que, apoyados o protegidos por ésta, se expresa a través de Internet. Pero, ¿qué posibilidades tienen los jóvenes corrientes, en casa o en la Universidad, de hacer uso de la Red?
Néstor Rodríguez Lobaina: En realidad, se puede afirmar que no hay hogares en Cuba con acceso a Internet. Respecto a las universidades y otros centros, la conexión existe pero no es tan fácil de utilizar con entera libertad, ya que estas instituciones se encuentran bajo el control de los Servicios Especiales de Seguridad, que vigilan cualquier intento que contradiga sus cánones de conducta. Por lo tanto, se hace un poco difícil burlar la censura.
Pero la juventud cubana, ¿muestra interés por participar en Twitter, Facebook, Youtube… como hemos visto en el mundo árabe, o no le encuentra todavía la utilidad a estas vías de comunicación?
Claro que a los jóvenes cubanos les interesa conectarse a la Red para saber lo que sucede a su alrededor y más allá de sus fronteras. El deseo y la sed de conocimientos es enorme: no hay que olvidar que el pueblo cubano vive desde hace más de medio siglo bajo una especie de ‘cortina de hierro de la desinformación’. Los jóvenes son conscientes de esta falta de libertad y, en mi opinión, eso ya es un avance de cara a la ruptura total con el régimen, a la toma de conciencia para un futuro estallido social al estilo árabe.
Últimamente han surgido movimientos de protesta contra el régimen cubano en Internet, pero principalmente desde fuera y con poco seguimiento. ¿A qué cree usted que se debe esto?
Ciertamente, existe en Internet un movimiento de protesta y crítico contra el régimen que es cada vez mayor, protagonizado tanto desde el interior como desde el exterior por bloggers y periodistas independientes, además de por un número creciente de ‘cyberresistentes’ en el exilio, quienes naturalmente gozan de mayor libertad y que de una u otra forma cumplen una misión informativa, que al mismo tiempo es un llamado a la resistencia cívica.
¿Por qué no prende la chispa? Primeramente, porque no nos enfrentamos a un régimen como otro cualquiera. Éste posee sus singularidades, al menos en materia de seguridad, control interno y espionaje, que ha aprendido no sólo de la basta experiencia de más de medio siglo en el poder sino también de haberse nutrido de lo ‘mejor’ en materia de inteligencia represiva.
Por otro lado, pienso –y en eso soy muy optimista– que los cambios no están muy distantes, si tenemos en cuenta que no sólo ‘la gerontocracia ultraconservadora’ en el poder enferma, envejece y muere, sino que también en Cuba viene creciendo una nueva generación con una mentalidad más abierta y menos comprometida con el hermetismo.
¿Qué nivel de desarrollo demuestra la prensa online en Cuba?
En las tiranías no existe la prensa verdadera, pues todo funciona sobre el principio del servilismo y la obediencia inducida. La única prensa que se ha desarrollado en Cuba es la que realiza una labor desinformativa. Para tener acceso a los sitios digitales independientes extranjeros, los ciudadanos cubanos tienen que valerse de alternativas, como por ejemplo, algunos –escasos- cuerpos diplomáticos que abren sus puertas a la sociedad civil y ofrecen servicios de Internet. De esto sólo gozan, sin embargo, los que tienen el privilegio de vivir en la capital.
¿Cómo hacen los jóvenes periodistas cubanos para trabajar usando la Red? ¿Es posible?
Bueno, tendríamos que comenzar analizando los tipos de periodistas que existen en la isla. Si nos referimos a los jóvenes estudiantes de las escuelas oficiales, habrá que decir que ellos se ajustan a los cánones que les vienen dados ‘desde arriba’ y que, aunque el régimen haga concesiones permitiéndoles el acceso a Internet, eso no significa que puedan actuar como una prensa libre.
Por otro lado están los periodistas independientes que se exponen a un riesgo al denunciar la realidad a su alrededor y los crímenes cometidos por la dictadura. Estos se enfrentan a muchas dificultades para acceder a Internet y sólo lo logran si, como decía antes, tienen la suerte de vivir en La Havana y pueden recurrir al apoyo de algún cuerpo diplomático. Esto irrita mucho al régimen, que ejerce gran presión y amenaza con limitar las relaciones comerciales con quienes colaboran con ‘agentes enemigos’.
En las provincias del interior de la isla, la cuestión se hace mucho más compleja, ya que los periodistas sólo disponen de sus teléfonos móviles para dar algún que otro reporte. Estos últimos son los más vulnerables a la represión.
Entrevista: Luna Bolívar
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