Presentes un noticiero o un programa de economía, deporte, reportajes o entretenimiento, el gran desafío será siempre que tus entradillas logren captar la atención del espectador y eviten que cambie de canal. Para eso, tendrán que ser simples, claras y coloquiales, pero a la vez interesantes.

Ben Fajzullin es un experimentado periodista televisivo y uno de los presentadores más versátiles de Deutsche Welle. No sólo conduce los informativos en inglés del canal, sino también espacios económicos (aquí el programa en su versión en castellano). Además, es reportero de deportes y se coloca en ocasiones frente a los micrófonos de radio de DW. En su país natal, Australia, fue una de las caras del noticiero nocturno de la cadena pública SBS.

Con tal solvente trayectoria, le pedimos a Fajzullin que nos diera algunos consejos para redactar buenas entradillas. A continuación encuentras una lista de diez puntos que te ayudará en esta tarea. Los videos contribuirán a que veas cómo suenan las palabras cuando son lanzadas al aire.

La vox pop es un elemento clásico de la narración periodística. Consiste en una recopilación de opiniones ciudadanas sobre un tema, por lo general controvertido, que se presentan una tras otra a modo de encuesta. Como video dentro de un especial multimedia o de un reportaje audiovisual enriquece y da mucha más vida a las piezas que los comentarios de boca del narrador. Aquí, algunos ejemplos de esto que te contamos.

Gerlind Vollmer trabaja desde 2006 como videoperiodista freelance para Deutsche Welle. En 2009 empezó a ejercer también de directora de proyectos y capacitadora del departamento para África DW Akademie en Berlín. Vollmer suele cubrir la región occidental del continente africano, y nos muestra a continuación el equipamiento que lleva siempre consigo.

“Lo importante es conservar la movilidad. Por eso no me gusta llevarme el trípode. Muchas veces lo dejo en casa. Casi siempre encuentras una silla, una mesa o una pared que te sirve de apoyo. Como durante los rodajes quiero tenerlo todo a mano, visto siempre pantalones con muchos bolsillos. Y lo que un videoperiodista no debe olvidar jamás: ¡ponerse los auriculares!”

Foto: Steffen Leidel
Traducción: Luna Bolívar

En una entrada anterior hicimos ya referencia a las ventajas y desventajas del uso de la vox pop (recopilación de opiniones ciudadanas grabadas a pie de calle). Echémosle ahora un vistazo más detallado al modo de practicar este recurso periodístico.

Antes de decidirte a recurrir a una vox pop, asegúrate de que se adecua realmente a tu tema. El espectro de cuestiones susceptibles de ser presentadas a través de una vox pop es amplio. Desde la política hasta la economía, pasando por el deporte y la sociedad, a la gente se le puede preguntar sobre muchas cosas. Especialmente las polémicas te aportarán buenas respuestas. Pero también de las afecten al conjunto de la ciudadanía -como por ejemplo los planes urbanísticos, la oferta de recreación, las costumbres de consumo, etc.- obtendrás opiniones variadas e interesantes.

Los programas de radio y televisión no son un fin en sí mismos: los periodistas no producen para el deleite propio, sino para interactuar con el público. Los formatos informativos tienen en común el estar hechos por profesionales y contener principalmente los puntos de vista de expertos, políticos y otros personajes de “alto rango”. A menudo, las consideraciones del ciudadano de a pie apenas encuentran espacio. Salvo que se recurra a la llamada “vox pop”.

La “vox pop” recibe su nombre de la expresión latina “vox populi” y es precisamente eso: un reflejo de la “voz popular”. El periodista, por lo general en un lugar público que le permita disponer de una amplia variedad de personas, escoge algunos pasantes al azar y les platea a todos la misma pregunta. Después, une las respuestas y las emite juntas, de manera que transmitan una idea de la variedad de opiniones existente en la sociedad con respecto a una cuestión determinada.

Ya en una entrada anterior definimos las características generales de los micrófonos, teniendo en cuenta su principio transformante y la dirección en la que registran el sonido. Desgranada la parte más técnica, te hacemos ahora algunas recomendaciones prácticas acerca del uso del micro en diferentes situaciones.

La calidad del sonido –y sí, también en Internet– es importante. Todo el trabajo de investigación, contacto de las fuentes y estructuración de un reportaje sonoro puede irse al traste si falla un solo aparato: el micrófono.

En un ambiente tranquilo es fácil lograr la grabación deseada, pero si las condiciones no son óptimas o si lo que se quiere captar es más que una voz hablando directamente al periodista, hay que conocer las posibilidades que ofrece la técnica y hacer uso de ellas para obtener un buen resultado.

Por eso, hemos elaborado una guía en torno al micro, que te presentamos por capítulos. En esta primera parte, un poco de información general acerca de tan fundamental instrumento.

Mirar el mundo que nos rodea, interpretarlo desde nuestra propia realidad y transmitirlo al espectador es la función del reportero de televisión. Pero esa realidad que vemos se perfila diferente para cada uno de los observadores. Por otro lado, todo creador sueña con prescindir en cierto sentido de los aspectos técnicos y materiales. Transmitir sus ideas, concepciones y experiencias, ahorrándose el trabajo de ponerlas sobre papel, lienzo, pentagrama, fotografía o video. Si un compositor pudiera tocar al mismo tiempo todos los instrumentos de su sinfonía, podría transmitir con absoluta precisión y claridad el significado de su obra. El videoperiodismo intenta, de alguna manera, acercase a este ideal.

Y digo que intenta acercarse porque la realidad es otra. Trabajamos bajo mucha presión, bajo la inseguridad de no poder contrastar nuestras percepciones, bajo las limitaciones que el equipo mismo nos impone, bajo el estrés que supone controlarlo sin poder delegar. Cuando termino una producción como videoperiodista me siento como si me hubiesen sentado en un sillón y exprimido toda la sangre.

Las nuevas cámaras de fotos que graban en Full HD permiten realizar reportajes para televisión con una calidad de imagen impresionante.  El contraste y la profundidad de campo que se obtiene supera con creces el nivel al que nos tienen acostumbrados las habituales cámaras de los videoperiodistas. Además, su precio es significativamente inferior. Sin embargo, a la hora de trabajar en video con cámaras de fotos es necesario tener en cuenta algunas cuestiones.

El videoperiodista es aquella persona capaz de producir un reportaje de forma autónoma, lo que implica realizar las labores de un periodista, un camarógrafo, un productor y un montador. Esta faceta multidisciplinar genera el debate sobre quiénes, dentro de una redacción de televisión, deben convertirse en videoperiodistas. ¿Son los propios periodistas? ¿A caso los camarógrafos? ¿O tal vez los montadores?

Cada uno de estos gremios intenta siempre demostrar la importancia de su papel dentro del proceso que da forma al reportaje. Y no les falta razón, pero no por cuestiones gremiales. Cualquiera que desee convertirse en videoperiodista debe sentirse cómodo en esos tres ámbitos de trabajo. Y, es que…