“Cuando los periodistas colaboran, surgen cosas muy reveladoras”
Los avances introducidos en el campo de la información hacen tambalear viejas premisas. De eso está convencida Giannina Segnini, periodista de investigación del diario La Nación de Costa Rica.
El refrán “los árboles no dejan ver el bosque” ha perdido validez en la era del periodismo de datos, dice Segnini, una de las referencias mundiales en este ámbito. Hoy en día, existe una multitud de perspectivas desde las que enfrentar una investigación, sostuvo durante el encuentro mediático Global Media Forum, organizado por DW en Bonn. El “data journalism” facilita por un lado la asimilación del tema en toda su amplitud (bosque). Y, al mismo tiempo, permite considerar hasta el mínimo detalle (árboles).
Segnini amplió su equipo de investigación hace tres años para dar cabida en él a programadores. Desde entonces, el análisis de bases de datos practicado en el rotativo ha puesto en graves apuros a más de un personaje importante del país. Atención internacional le trajo al grupo su último trabajo, cuando a petición del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés) desarrolló una aplicación que ha tornado accesibles para el gran público los archivos del llamado caso Offshore Leaks.
El ICIJ recibió un disco duro que contenía cerca de 2,5 millones de datos. Durante meses, 100 periodistas de 58 países estudiaron conjuntamente información que conducía a dudosos paraísos fiscales en todo el mundo. En la base de datos ahora publicada, los usuarios pueden visualizar las interrelaciones comerciales de más de 100.000 empresas fantasma, fundaciones y compañías que han operado al margen de las obligaciones con el fisco.
Esta tarea hizo que Segnini y sus compañeros se sintieran como restauradores, encargados de reconstruir una obra de arte dañada, cuenta la periodista. La base de datos se encontraba en completo desorden, muchos nombres se repetían, habían un sinfín de abreviaturas, errores ortográficos y cerca de 320 tablas a relacionar entre sí.
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“En África y América Latina hay innovación, pero no se cuenta”
Los cortes de electricidad y las dificultades para conectarse a Internet son habituales en gran parte de África. Pero ésa es sólo una de las caras de la medalla. Como también sucede en América Latina, la otra muestra dinámicos emprendedores y un importante número de buenas ideas.
Erik Hersman, que en Twitter se hace llamar @whiteafrican, es blogger y cofundador de la plataforma de renombre internacional Ushahidi, y trata de interconectar a los innovadores africanos. En Nairobi creó iHub, un centro que le sirve de apoyo a la ferviente comunidad tecnológica y que ha inspirado otros muchos en toda la región. Y es que Hersman está convencido de que tanto en el continente africano como en Latinoamérica hay considerablemente más innovación de la que se ve.
En re:publica, el encuentro dedicado al mundo digital que anualmente se celebra en Berlín, Hersman presentó por ejemplo el prototipo de un celular-router, diseñado para proveer de conexión a la Red en los lugares más remotos y las condiciones más adversas a hasta 20 usuarios. El aparato, llamado BRCK, funciona con baterías y es capaz de variar entre Ethernet, WiFi y los servicios de telefonía móvil 3G o 4G.
Steffen Leidel , capacitador y director de proyectos de DW Akademie, conversó con Hersman en re:publica sobre los avances tecnológicos en países en desarrollo.
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“Seguimos a fondo el conflicto colombiano”
El portal agendapropia.com nació en 2011. En este joven e independiente medio de la región colombiana del Cauca, en suroeste del país, se publicó el trabajo de investigación Cauca: Pulsos Críticos del Conflicto, que le ha valido a Edilma Prada el primer premio en el certamen de periodismo ¡Investiga!, organizado por DW Akademie y la Universidad del Norte. Con ella y su compañero Ferney Meneses conversamos.
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“La solidaridad nos llega cuando hemos muerto”
En Colombia, la investigación periodística puede costar la vida. Los intentos de amedrentamiento e incluso la agresión directa están a la orden del día. El periodista Ricardo Calderón, de la revista “Semana”, sufrió un ataque el 1 de mayo de este año. Poco después fueron amenazados de muerte ocho comunicadores de Valledupar. Y tres días más tarde se destapó un plan para atentar contra los comunicadores Ariel Ávila, León Valencia y Gonzalo Guillén.
Mientras el Estado protege con guardaespaldas y carros blindados a los periodistas estrella de la capital, sus compañeros de profesión en las provincias se sienten abandonados. Jhon Jairo Jácome es redactor del diario “La Opinión” de Cúcuta, la capital del departamento Norte de Santander. “No es fácil”, reconoce, “trabajar siempre bajo la presión de la amenaza, el correo intimidante, el mensaje por las redes sociales que pretende acallar”. Vía Twitter le llegó el pasado 19 de mayo la última amenaza de muerte. Se la enviaba un paramilitar con el alias de “Moco Seco”, que ni siquiera se tomó la molestia de ocultar su identidad. “Moco Seco” está encarcelado y toma en prisión clases de informática.
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“Somos el cuarto oscuro de la fotografía digital”
¿Qué foto prefieres? ¿La original del rebelde libio enmascarado y su granada de mano, o un campo de batalla dramático, con grandes contrastes, en el que el destacan el gris y el rojo del cielo y el color del humo y la tierra?
Hoy por hoy, los fotógrafos disponen de infinidad de herramientas digitales con las que retocar sus imágenes: desde profesionales como Photoshop o Aperture a estándares como iPhoto o PicMonkey, por no mencionar los cientos de aplicaciones que existen para el celular.
Los nostálgicos echarán de menos el sonido del carrete, el olor del fijador y las horas de revelado. Pero lo cierto es que en los tiempos que corren modificar los elementos básicos de una fotografía, su ADN por así decirlo -exposición, saturación, contraste y sombras-, es tan sencillo como desplazar el cursor del ratón.
Sin embargo, no es lícito todo lo que es factible. Y considerando la multitud de preguntas éticas que acompañan a las nuevas opciones, el tratar fotografías no resulta a fin de cuentas tan sencillo como pudiera aparentar.
¿Cuántos cambios son permisibles para aumentar el impacto de una foto? Qué sucede si está sobreexpuesta u oscura, si el balance de blancos no es como debería… ¿dónde acaba la corrección estética de errores y comienza la falsificación del contexto o el significado?
En 2009, el jurado danés de Photo of the Year descalificó esta candidatura de Klavs Bo Christensen, argumentando que había ido demasiado lejos en la edición con Photoshop. Hubo también una polémica acerca de la foto ganadora del World Press Photo 2013.
Este tipo de cuestiones son el pan diario Claudio Palmisano, uno de los fundadores del laboratorio romano 10b Photography, al que envían sus piezas fotoperiodistas de renombre como Yuri Kozyrev, Francesco Zizolo and Paolo Pellegrin.
Aunque no siempre aparece mencionado en los créditos, 10b ha sido determinante en la concesión de muchos premios. La compañía se describe a sí misma como una “cámara oscura digital”. Por manipulación sólo se entiende aquí el jugar con los pixels, “es decir, reemplazar o clonar la unidad mínima de una imagen digital”, explica Palmisano. Con él hablamos.
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“Si aspiras a ganar dinero con el periodismo, has de estar en la Red”
Hoy por hoy, los comunicadores cuentan con toda una paleta de herramientas digitales a su servicio. Algunas de ellas, desde Facebook a Twitter, pasando por YouTube y los blogs, son útiles a la hora de hacerse un nombre y promover contenido. Pero, ¿por dónde empezar? ¿Cuáles son los pasos imprescindibles? En la siguiente entrevista, el capacitador de DW Akademie Moritz Sauer responde a estas preguntas, y a algunas más.
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“Trabajo estrechamente con mis seguidores en Twitter”
Andy Carvin es diseñador de estrategias en la emisora pública estadounidense National Public Radio (NPR). A sí mismo se describe como “DJ de la información a tiempo real y periodista ocasional, pero no como un gurú de los medios sociales”, puntualiza después de que yo lo definiese de tal manera.
Y aún así, Carvin se mueve en las redes como pez en el agua. Sus cuentas cuentas de Internet no las usa sólo para recibir y propagar datos, sino también como herramienta de verificación.
En Twitter le siguen ya más de 90.000 personas, muchas de ellas porque confían en su cobertura sobre de Oriente Medio, una región con la que se mantiene en estrecho contacto. Su libro Distant Witness está dedicado al modo en que la Primavera Árabe revolucionó el periodismo. La obra de Carvin no es sólo convincente, sino que está también entrelazada de fascinantes tuits y otorga una buena prueba de lo que es posible hacer con el periodismo ciudadano.
Por la irrupción de aficionados en el negocio informativo y acerca de lo que siente siendo una “máquina de verificación viviente” le preguntamos en la siguiente entrevista.
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“Internet animó a Primavera Árabe, pero no la coordinó”
Prácticamente, no hay discusión acerca de la Primavera Árabe en la que no se mencione la “Revolución Facebook”. La influencia de los medios sociales en lo acontecido en el norte de África es un tema recurrente. Sin embargo, pocas veces supera este debate la pura especulación. Para su trabajo de fin del máster International Media Studies, que organiza DW Akademie, Eira Martens decidió analizar científicamente el asunto, llegando a interesantes conclusiones.
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“Con la unión entre la ciencia política y el periodismo de datos ganamos todos”
Las ciencias sociales pueden beneficiarse del periodismo de datos. Y el periodismo de datos puede aprovechar de las ciencias sociales. De simbiosis están convencidos en el Instituto de Ciencias Políticas de la Universidad de Zúrich, en Suiza, donde los estudiantes recibirán a partir del próximo otoño nociones en periodismo de datos. Fabricio Gilardi, director del centro, cree que eso mejorará su cualificación, pero también la manera en que la ciencia da a conocer sus resultados.
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“¡Cuánto más loco, mejor!”
El próximo 7 de marzo finaliza el plazo para postularse al premio ¡Investiga!, un galardón que trata de impulsar el periodismo digital en Colombia y está abierto a los informadores de este país latinoamericano. Alberto Martínez es miembro del jurado y nos describe cómo son los trabajos que a él le gustaría recibir.
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